viernes, 6 de junio de 2008

Elena Sevilla, De chica quería ser puta


A Homero Ventura,
por su más reciente logro académico

A Marianita Chav-exVirgen
por la Estrella que le guía

Una tarde de mayo Homero llegó a la oficina y me dijo: “¿Ya leyó este libro? Tiene cosas buenas”. Desde ese momento decidí suspender la odisea que, por exceso de actividades y falta de tiempo, representaba para mí la lectura de El corazón helado (más de 900 páginas).

El 22 de mayo, día de Santa Rita, empecé a hincarle el diente a esta pequeña novela (144 páginas), la primera de Elena Sevilla, joven escritora que empieza a recorrer su travesía como tal con el apoyo de Axial y su colección Tinta nueva. La concluí el 2 de junio.

El título, si bien sugerente, resulta engañoso. Al principio suponemos (como leedores) que en alguna parte de la historia la protagonista-narradora nos revelará parte de su vida secreta para confesarnos por qué de niña quería ser sexoservidora (valga el eufemismo); sin embargo, no es ella a la que corresponde tal impulso para vislumbrar la posibilidad de su oficio futuro sino a otro de los personajes.

Elena Sevilla crea literariamente el microcosmos en el que se desarrollarán las acciones: un edificio “en un pueblo llamado los Reyes, en pleno corazón de Coyoacán”. Aunque no se precisa el tiempo, sí podemos concluir que los hechos se suceden cuando está escenificándose “la lucha entre AMLO y Felipillo”.

Gracias al buen oído, a la curiosidad y a su facilidad para socializar de la protagonista-narradora (a la que podemos bautizar con cualquier nombre, pues ella nunca revela este dato), somos testigos de parte de la vida de Blanca y su madre Lidia; de Sara, su esposo Abel y los hijos de ambos; de la abogada y su hija Isolda; de Marisa, vecinos todos de la relatora. Por supuesto, ésta también nos cuenta su historia, su amor frustrado, las causas de su nacimiento, las penurias de su niñez, la soltería de su madre...

Sin lugar a dudas, el destino de Isolda le dará vida, sentido y un poco de emoción a la novela. Historias de mujeres que luchan por sobrevivir en la gran ciudad. Todas buscando amor o esperándolo, y perdiéndose en la vorágine provocada por un mundo altamente tecnologizado que paradójicamente condena a los seres a vivir en soledad.
J. Antonio Galván P.
Zacatenco
6 de junio del 2008