El 1 de febrero pasado, la editorial Alfaguara anunció al ganador de
su Premio de Novela 2018. En esta ocasión el galardonado fue el escritor
mexicano Jorge Volpi (Ciudad de México, 1968) con su obra Una novela criminal.
Alfaguara informó que el libro estaría a la venta a mediados de marzo.
Por eso el amanuense se mantuvo muy atento a las novedades en las librerías. En
distintas ocasiones habló al teléfono de la Gandhi para preguntar si el
bebé-libro ya había llegado al mundo profano de los lectores, pero la respuesta
fue siempre negativa. El único disponible era la versión digital.
La mañana del jueves 22 de marzo el amanuense lo vio por primera vez
en la librería Porrúa de Parque Lindavista. Entonces le inundó una especie de
felicidad. Tomó un ejemplar en sus manos y en silencio lo llevó a su pecho y lo
besó. Por fin había llegado. Formaba parte de unas pilas de gran tamaño a la
espera de sus compradores.
Esa misma tarde comenzó la aventura lectora, misma que concluyó el viernes
13 de abril en la clínica Narvarte del ISSSTE, mientras esperaba pasar con su
médico familiar.
Una novela criminal fue el
repaso literario de una historia escuchada y vista desde hacía muchos años: la
actuación de un grupo de secuestradores comandados por un tal Israel Vallarta y
su novia francesa, Florence Cassez.
Para este separador, el amanuense recurre a las lecciones dictadas por
ese personaje entrañable Arístides Lombardero, surgido de la imaginación y la
pluma de Eduardo Sacheri en su novela La
noche de la Usina (Premio Alfaguara 2016).
Si Lombardero tuviera que dar las claves de esta historia, diría:
·
Una joven secuestrada el 31 de agosto de 2005 y
liberada unos días después.
·
Un volvo blanco que cambiará de color.
·
Una denuncia atendida por la PGR.
·
Una casualidad poco creíble para ubicar a los
secuestradores.
·
Una aprehensión realizada el 8 de diciembre de
2005.
·
Un montaje transmitido el 9 de diciembre de 2005
en los noticieros matutinos de Televisa y TV Azteca.· Un empresario judío que parece tomar venganza.
· Un rancho usado como casa de seguridad.
· Un ingeniero director de la AFI que luego será secretario de Seguridad Pública.
· Una familia que conforma una banda de secuestradores.
· Unos secuestradores descuidados.
· Unas torturas documentadas.
· Un expediente judicial plagado de inconsistencias y contradicciones.
· Un carteo entre presidentes.
· Un presidente francés que visita México y presiona a su homólogo mexicano.
· Un presidente mexicano que muestra y demuestra su enojo.
· Un Año de México en Francia, cancelado.
· Una ministra astuta.
· Una decisión dividida en la Corte.
· Una francesa liberada.
· Un debido proceso vulnerado.
· Una posverdad cargada de mentiras (¿posmentiras?)
· Un presunto secuestrador (con nombre de país y apellido de puerto) que a más de una década de reclusión en un Cefereso de alta seguridad no ha recibido sentencia penal de primera instancia.
· Un escritor que se convierte en narrador omnisciente, entrevistador, reportero, relator, lector, literato… que entrega a sus lectores, letra a letra, una novela de no ficción.
Al escanear con los ojos Una
novela criminal, el leedor convertido en amanuense no puede olvidar otras
obras de «no ficción»: A sangre fría,
de Truman Capote; Los periodistas y Asesinato, de Vicente Leñero; Noticia de un secuestro, de Gabriel
García Márquez; Cabeza de turco, de
Günter Wallraff… Asunto por demás polémico pues pareciera que la literatura
sólo se sustenta en un acto de imaginación (ficción), y que la «no ficción»
corresponde al periodismo o a la historia.
A lo largo de su obra, Volpi va guiando los avances del leedor, lo
previene a cada rato para que no olvide algún dato relevante o la acción de un
personaje. En muchos momentos toma partido por una causa (lo que no sucede con
Capote, por ejemplo) y se indigna por el trato inhumano y contrario a sus
derechos que reciben los presuntos secuestradores.
En la página 11 de Una novela
criminal, su autor escribe una advertencia: «Lector, estás por adentrarte en
una novela documental o novela sin ficción. Ello significa que, si bien he
intentado conferirle una forma literaria al caos de la realidad, todo lo que
aquí se cuenta se basa en el expediente de la causa criminal contra Israel
Vallarta y Florence Cassez, en investigaciones periodísticas previas o en las
declaraciones y entrevistas concedidas por los protagonistas del caso. Si bien
me esforcé por contrastar y confirmar los testimonios contradictorios, muchas veces
no me quedó otra salida que decantarme por la versión que juzgué más verosímil.
Para llenar los incontables vacíos y lagunas, en ocasiones me arriesgué a
conjeturar —a imaginar— escenas o situaciones que carecen de sustento en
documentos, pruebas o testimonios oficiales: cuando así ocurre, lo asiento de
manera explícita para evitar que una ficción elaborada por mí pudiera ser confundida
con las ficciones tramadas por las autoridades». La realidad siempre supera a
la ficción.
Fuente:
Jorge Volpi (2018) Una novela
criminal. México, Alfaguara, pp. 493.
#LaLecturaNosHaceLibresyFelices
Colonia Moderna, CDMX
28 de abril de 2018.
1 comentario:
Con tu reseña, me dieron ganas de leerla ;)
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