Este libro lo vi hace unos meses en un estante de la librería Gandhi. Me dieron ganas de comprarlo, pero no lo hice. A mi hijo se lo dejaron leer para su materia de Periodismo, lo leyó y lo dejó por ahí, perdido entre muchos otros libros. La mañana del Miércoles Santo, 23 de marzo (aniversario número 11 del asesinato de Colosio), llegó a mis manos y comencé a leerlo.
Desde la primera línea el libro me atrapó, quizá porque a cada momento llegaban a mi mente las escenas de un documental y una película que vi sobre Eva Perón. También me sedujo porque a cada rato su autor, Tomás Eloy Martínez, nos hace saber sus impresiones sobre el propio personaje y nos devela sus propias incertidumbres sobre la historia y los retazos que va encontrando durante muchos años de búsqueda.
Ese contrapunto entre la realidad y la ficción hacen de esta novela una pieza mágica para el que la lee.
Así, de Miércoles a Sábado Santos, invertí parte de mi semana de vacaciones acompañado de un sentimiento encontrado: el placer de la lectura y el dolor de otras muchas cosas que se quedaron pendientes para otros días u otras vacaciones.
José Antonio Galván Pastrana
Col. Moderna
26 de marzo del 2005
Desde la primera línea el libro me atrapó, quizá porque a cada momento llegaban a mi mente las escenas de un documental y una película que vi sobre Eva Perón. También me sedujo porque a cada rato su autor, Tomás Eloy Martínez, nos hace saber sus impresiones sobre el propio personaje y nos devela sus propias incertidumbres sobre la historia y los retazos que va encontrando durante muchos años de búsqueda.
Ese contrapunto entre la realidad y la ficción hacen de esta novela una pieza mágica para el que la lee.
Así, de Miércoles a Sábado Santos, invertí parte de mi semana de vacaciones acompañado de un sentimiento encontrado: el placer de la lectura y el dolor de otras muchas cosas que se quedaron pendientes para otros días u otras vacaciones.
José Antonio Galván Pastrana
Col. Moderna
26 de marzo del 2005
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