sábado, 15 de mayo de 2010

Rosa Montero, Instrucciones para salvar el mundo


Del 2 al 10 de mayo leí esta obra de Rosa Montero. No había leído ninguna novela de esta madrileña, si acaso algún artículo. Hace algunos meses, digamos una tarde de enero, Homero Ventura me llevó el libro y me dijo que era “muy sencillo, de fácil lectura”.

Para comprobar su dicho comencé a recorrer sus 312 páginas y, en efecto, el ritmo apresurado y sin recovecos provoca una experiencia lectora apetecible.

Montero crea un microcosmos con la vida de cuatro personajes. Los hechos se sitúan en los suburbios sombríos de Madrid. No transitamos por las grandes avenidas ni entramos a las grandes edificaciones de la capital española. Nos quedamos en un espacio oscuro donde los personajes viven su cotidianidad.

La trama es muy sencilla: las coincidencias provocan que cuatro vidas totalmente diferentes confluyan a partir de los caminos que debe recorrer Matías, taxista, viudo reciente y protagonista de esta historia. Así, él nos lleva a compartir el duelo por la partida de su esposa, Rita; mujer trece años mayor que él y que con su cariño y cuidados le dio sentido a la existencia casi perdida de Matías. Su nueva condición humana lo acerca a una obsesión: un médico es culpable de la muerte de Rita, entonces aparece Daniel, adicto a los juegos y a las páginas eróticas de la red, mediocre galeno del hospital San Felipe.

Junto con ello, nos ubicamos en un lugar al que empieza a frecuentar Matías: el Oasis, bar que permanece abierto las 24 horas y en el que conoce a Cerebro, senil profesora retirada de quien también sabremos algunos de los pormenores de su vida. Para cerrar el cuadro de los personajes, encontramos a Fatma, prostituta nacida en Sierra Leona para quien la vida en un burdel madrileño, el Cachito, es mil veces mejor a las penurias que debió pasar para sobrevivir y, luego, salir de su país.

Como telón de fondo, la historia transcurre a la par de las acciones delictivas del asesino de la felicidad, sujeto que da muerte a ancianos, quienes presentan en sus rostros un rictus de alegría. El desgarramiento de esta atmósfera se da a la par de la conclusión del relato.

Estimado/a único/a lector/a, te invito a que nades por las aguas de estas instrucciones, que desde luego no salvarán al mundo, pero que nos sitúan en un contexto propio de la desesperanza, las bajezas y las amenazas de la sociedad globalizada.

José Antonio Galván Pastrana
Colonia Moderna
15 de mayo de 2010

1 comentario:

ileanarc dijo...

Hola Profe: quiero decirle que me ha inspirado a leer de nuevo. Lei su resena de este libro y me llamo la atencion; busque el mismo el las bibliotecas de por aca y para mi sorpresa si lo tenian. Le pedi a mi esposo que fueramos a recogerlo y me dijo: que desperto tu interes en ese libro en particular? y le dije que habia empezado a leer su blog y que ahi lo vi y me llamo la atencio leerlo... en fin gracias por inspirarme de nuevo a leer...
saludos